
Mi historia
Curioso por la vida y enamorado de la libertad, mi viaje comenzó con un deseo irreprimible de descubrir el mundo. Luego abandoné la facultad para viajar y aprender idiomas extranjeros, una decisión que cambiaría el curso de mi vida.
Fue durante mis aventuras en América Latina que descubrí el arte del micromacramé, una meticulosa técnica de fundición que me permite crear joyas de una finura incomparable.
Una artesana local me enseñó los conceptos básicos y luego desarrollé mi propio estilo de forma autodidacta.
El micromacramé es un arte que requiere paciencia y precisión. Esta antigua técnica crea patrones intrincados y delicados a partir de hilos, transformando simples cuerdas en obras de arte portátiles.
Cada nudo está diseñado y elaborado a mano, creando patrones únicos que abrazan delicadamente la piedra.
Mi creación es intuitiva, guiada por la inspiración del momento. Nunca diseño mis joyas de antemano, prefiero dejar que la magia suceda entre mis dedos, los hilos y las piedras finas.
Son mucho más que simples adornos: para mí son regalos de la naturaleza que embellecen el espacio y lo cargan de energías positivas.
Su presencia en mi vida me trae una profunda alegría y estoy deseando compartir este bienestar a través de mis creaciones.
En 2018 me arriesgué y creé mi propio negocio, una decisión que le dio un nuevo sentido a mi vida y me dio la libertad que necesitaba como madre joven.
Esta aventura empresarial es el reflejo perfecto de quién soy: un alma viajera y de espíritu libre, siempre con ganas de aprender y crear.

Mi saber hacer
El micromacramé es un arte que requiere paciencia y atención al detalle. Esta técnica ancestral permite dar forma a patrones refinados y complejos a partir de hilos, transformando así una simple cuerda en joyas verdaderamente únicas.
Cada nudo está cuidadosamente pensado y atado a mano, dando lugar a patrones armoniosos que abrazan delicadamente la piedra. Mi proceso creativo es espontáneo, guiado por la inspiración del momento. Nunca hago bocetos preliminares, prefiero dejar que la alquimia se produzca entre mis manos, los hilos y las piedras finas.
Estos no son sólo adornos: para mí son tesoros que nos ofrece la naturaleza, aportando belleza y energía positiva. Su presencia me inspira profundamente y a través de mis creaciones deseo compartir esta armonía y bienestar.